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27-01-2025 | Salud | 0 Comentarios

El vino dialogado

El Doctor Manuel Concha Ruiz es una persona enriquecida de prestigio, intereses muy variados (incluida la aventura), humanidad, afecto, amistad. Tuvimos la suerte —gracias a las gestiones de Manuel María Bosch y de Guillermo Cervera— de tenerlo con nosotros para hablarnos, magistralmente presentado por su amigo Guillermo Cervera, sobre la relación entre Vino y Cultura, entre otros temas igualmente interesantes.

La charla, cálida, pausada —una voz calma que invita al sosiego; una voz sabia—, bien documentada, fue un viaje por la historia y las artes en torno al vino. Se remontó hasta la primera representación conocida del consumo de vino; un mosaico egipcio en donde los cortesanos beben en presencia del rey. En Tebas se han encontrado representaciones sobre el pisado de la uva. En el Simposium (banquete) de la Grecia Clásica se bebía, se charlaba —tumbados— y se jugaba con juegos como el Cótabo —a ver quién lanzaba mejor los restos de las copas a un lugar determinado—.

El vino es cosa de hombres… de mujeres… y de dioses. Dionisio, el dios griego del vino, aparece en el interior de una copa, en una representación del pintor y ceramista griego Exequias (550 a.C.); o en una crátera del siglo VI a.C.  Y del dios griego al romano Baco. En Pompeya encontramos una especie de taberna en donde se distribuía vino y comida, un termopolio, y frescos representando a los devotos de Baco. Y en España, en Mérida, tenemos un bello mosaico sobre la pisada de la uva; y en Ecija, El triunfo de Baco, otro mosaico del III a.C.

La bacanal de Tiziano, los Borrachos de Velázquez, la Vendimia de Goya (Museo del Prado), Paul Cezanne en Jugadores de Cartas con la botella en la mesa, el Picasso de la Comida Frugal (Museo Picasso de Barcelona)… son ejemplos de la relación del vino con el mundo de la pintura. Sin olvidar los temas genuinamente religiosos, como las Bodas de Caná, o la Ultima Cena de Pablo Veronese (s. XVI).

En literatura y en poesía, nos citó el Dr. Concha dos interesantes ejemplos. La publicación cordobesa Versos Munda(nos), 25 poetas escribiendo sobre el vino —Munda fue una colonia romana próxima a Montilla— y El clérigo beodo que aparece representado en los Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo.

Además, no podía ser de otra manera, D. Manuel Concha abordó un tema del máximo interés. Vino y Salud. Hipócrates (V a.C), el padre de la medicina, ya decía que el vino con mesura es cosa apropiada para el hombre. Pero para conocer los efectos sobre la salud hay que irse a la composición del vino, nos recordó el profesor. Una composición compleja y rica que depende de muchos factores. Entre ellos los complejos fenólicos, y sus interesantes efectos como antioxidantes, tumoricidas y antitrombóticos. Siempre en las medidas adecuadas, no dejó de puntualizar. Los aspectos negativos de un mal consumo de vino fueron asimismo evidenciados —accidentes de tráficos, cirrosis, drogodependencia…—.

Habló también el Dr. Concha de vino y flamenco, de vino y tertulias. Como la suya en la calle Judíos de Córdoba, en la Bodega de Guzmán, con sus amigos —en especial el pintor Antonio Povedano—. Encuentros, amistad, cante, pintura, flamenco. Porque el vino “siempre se debe tomar dialogando, conversando, compartido con amistad, con tranquilidad, en las cantidades precisas”. El vino dialogado, ese fue el claro y estimulante concepto acuñado por el Dr. Concha para definir esta necesaria filosofía del buen beber. Otra gran lección de D. Manuel. Además de su (vital) sabiduría, nos ha dejado una memoria amplia de afectos y bonhomía. Gracias de nuevo, Dr. Concha.

 

Joaquín Moreno Marchal, Quino

—Junta Directiva del Ateneo del Vino—

 

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